Ayer nos levantamos en Villa Springfield con la triste noticia de que dos niños habían sido abandonados por sus padres en el Ayuntamiento. Los niños, de 10 y 22 meses respectivamente, fueron enviados con premura a una casa de acogida de Portland. Un gran revuelo se extendió por el pueblo. La gente hacía todo tipo de comentarios en la plaza. A media tarde se habían formado dos bandos claramente diferenciados: los que se compadecían de la decisión que había tenido que tomar esa pareja, en la calle y sin ningún medio de vida ni domicilio fijo, por una parte, y los que clamaban contra unos padres desnaturalizados que abandonaban a sus hijos sin luchar por mantenerlos a su lado, por otra. Hubo quién se preguntaba en voz alta por la nacionalidad de la pareja (seguro que son extranjeros) y aseguraba que él (springfildiano de pro) nunca haría algo así. Los menos, nos preguntábamos por qué nuestro excelso Ayuntamiento no había ofrecido apoyo a la familia para que no tuvieran que separarse de sus hijos.
DEBERES PARA EL VERANO
Por fin nuestros niños y niñas tienen vacaciones. Después de un largo curso de pupitres, pizarra y notas, llega el merecido descanso. Las plazas se llenarán de voces infantiles llenas de juego y alegría. Qué bonito. Ah, ¿qué dices? ¿Que no? ¿Que tienen que hacer deberes? No me jds.
EL INTERÉS SOCIAL DE LA INFANCIA
Los niños y las niñas se han convertido en una masa objeto de gran interés cuando se trata de adoctrinar para conseguir adeptos, votantes, fieles, forofos, etc. de las diversas sectas de las que se compone nuestra sociedad. La iglesia quiere meter mano en la escuela para introducir a los niños en la cabeza la idea de dios y que, cuando sean mayores, no duden en marcar la casilla de la iglesia en su declaración de la renta. Los ganaderos quieren meter mano en la escuela con la idea de elevar la muy selectísima pero minoritaria afición de nuestra sociedad por la fiesta nacional y así seguir embolsándose la pasta por torturar animales en un ruedo. Los políticos quieren manipular los materiales de aprendizaje de nuestros hijos y nuestras hijas para tener su oportunidad de fijar un modelo de sociedad obsoleto y caduco en sus mentes vírgenes.
CONSULTORIO SENTIMENTAL
Hoy he recibido en mi página un mensaje que dice así:
LOS CALCETINES NEGROS
Cuando tus hijos se convierten en adolescentes estás en ese punto intermedio en el que no sabes si seguir preocupándote de su armario y su bolsa de equipaje o dejarles hacer para que adquieran independencia y autonomía. Pero cuando les dejas autonomía y se les olvidan los calcetines negros para el concierto, se llevan los pantalones arrugados y a última hora te dicen que los zapatos se les han quedado pequeños, el arrebato de culpabilidad es tal que que te tiras un día entero dándote golpes de pecho.
Phanton, situado en su lugar en la orquesta, miraba para el otro lado. Su amigo Pluma Roja le daba codazos
— Phanton, tu madre.
(Esta es la canción ideal para este momento)
— Qué pasa.
— Que te he traído los calcetines.
— Mamá, no-los-ne-ce-si-to
Y me hace un gesto para que me vaya, con la cara pálida y descompuesta.
Bueno, total, seguro que no se le ven los calcetines. Quién se va a fijar en que lleva calcetines grises — intento consolarme.
Me pongo en la cola para coger un buen sitio. De esta vez no pasa que vea a mi niño tocar. Me sitúo en tercera fila… pero lo único que alcanzo a ver es esto (se me habían olvidado las gafas y tengo algo de astigmatismo):
Bueno, al menos no divisaba ningún par de llamativos calcetines grises. Así que me relajé y disfruté del concierto.
Al salir, fui corriendo a felicitar a Phanton Killer. Entonces me di cuenta de que, en ningún momento, los calcetines habían sido un problema.
MABUBO
Cuando salgo a la calle con Vampirillo por las mañanas para llevarle al colegio, llegamos al portal y nada más poner el pié en la calle dice:
LA PARENTALIDAD POSITIVA
Hoy voy a escribir sobre parentalidad positiva por petición de un amigo que se ha atrevido a sugerir el tema. Y gracias a él he sabido que en el año 2006, el Consejo de Europa hizo una serie de recomendaciones sobre las Políticas de Apoyo al Ejercicio Positivo de la Parentalidad. Vamos, que mientras yo me acostaba a altas horas de la madrugada foreando y discutiendo con las madres naturales, intentando saber cómo se hacía eso de dar la teta y dormir por las noches cuando tienes un bebé, había un grupo de políticos que estaba mirando por mí e intentando promover políticas que me facilitasen la vida, además de programas educativos para las madres y los padres.
Pues oiga, estamos en el 2013 y no me he enterado de nada con respecto a esas políticas maravillosas. Vale que eran recomendaciones y que no había ninguna obligación de cumplirlas, pero que la cosa esté retrocediendo y vaya a peor, pues tampoco es eso. Las maestras y profesoras (femenino genérico) se quejan mucho de la falta de respeto que les tienen, lo mucho que sufren con sus maleducados estudiantes y la poca autoridad que despliegan (aún siendo autoridad pública en algunas comunidades autónomas), pero creo que las madres y los padres (sobre todo las madres) somos la institución más atacada y menos respetada de todas en esta sociedad. Y sin lugar a dudas, la primera recomendación que yo daría para potenciar la parentalidad positiva es el RESPETO de la sociedad por la función parental.
¡¡¡Qué difícil!!! diréis. Pues sí, tal y como está concebido el sistema educativo actual y la formación del profesorado es una misión imposible. Pero vosotras ¿educáis por separado a vuestros hijos e hijas por el hecho de ser diferentes unos de otros? No ¿verdad? Pues eso forma parte de la parentalidad positiva y de la educación sin violencia. Mis hijos, que son de los considerados con un “desarrollo típico”, manifiestan la incomodidad que les produce la segregación en las aulas. Un día, Phantom Killer tuvo un desliz en un examen y sacó un cuatrillo. Llegó a casa muy preocupado, preguntando si le iban a meter con los de PCPI. En ese momento me entró un arrebato Killer y me dieron ganas de ir al instituto a preguntar qué había visto mi hijo que le hacía formular esas preguntas. Pero qué voy a saber yo, una pobre madre ignorante. “Cállese señora, que nosotros, educadores expertos, le vamos a enseñar cómo adoptar una parentalidad positiva.”
Vale David, como al final he llevado el tema por donde yo he querido, voy a terminar comentando el decálogo de parentalidad positiva con adolescentes que nos sugiere ADOLESCENTESDOSPUNTOCERO.
1. Tendrás una visión positiva de la adolescencia….y de tu hijo o hija. Vale, lo intentaré. Pero a cambio, que ellos no me llamen vieja carca y conservadora.
2. Conocerás sus necesidades. Ya no es el niño o niña de hace unos años. Vale, si conocerlas no implica satisfacerlas siempre, estoy de acuerdo. Ya he pasado por lo del vegetarianismo y por lo de ser hacker, creo que es suficiente.Además, con los recortes en el sueldo, las necesidades adolescentes deben irse reduciendo.
3. Establecerás límites claros. Las normas y límites claros son fundamentales, sobre todo al comienzo de la adolescencia, para evitar que se sientan perdidos y desorientados y para que no desarrollen problemas de conducta. ¿Límites claros? Es fácil poner límites a la mala conducta, pero muy difícil poner límites claros para conductas que, sin ser malas, son incómodas: que no te hablen, que no te cuenten, que te suelten frescas irónicas a todas horas. Pero bueno, lo intentaremos, no vaya a ser que desarrollen problemas de conducta. Prefiero desarrollarlos yo.
4. Conocerás a tu hijo o hija. Haz todo lo posible por conocer sus aficiones, sus amigos y sus actividades. Siempre me he imaginado con unas gafas de sol y una gabardina yendo al lugar donde hacen botellón los jóvenes springfilianos. Pero ¿de verdad es necesario? Prefiero prohibirles ir de botellón.
5. No serás autoritario. Hay muchas formas de controlar y hacerse respetar sin recurrir a la imposición unilateral. Uy… ¿eso vale para los educadores además de para las madres y los padres? Porque digo yo que el autoritarismo será malo en esencia. En todo caso, hay ocasiones en las que hay que recurrir a la imposición unilateral, os lo aseguro.
6. No evitarás los conflictos. La adolescencia es una etapa en la que suele aumentar la conflictividad parento-filial. Vale, eso es fácil.
7. Lo/a dejarás crecer. Muchos padres y madres tienden a intervenir y presionar demasiado a sus hijos para que se comporten o piensen de una demasiada manera. Ok… yo les dejo crecer. Pero ¿se me permite educar en algún momento? No se trata de presionar, pero intervenir es algo inevitable, yo tengo mis propias ideas y tendré derecho a expresarme, digo yo.
8. Te comunicarás con él o ella. Aprende a escuchar, deja a un lado lo que estés haciendo y mírale a los ojos cuando te hable. También estoy de acuerdo. Pero ¿eso no debería ser mutuo? Yo el problemilla que tengo a veces es que me gustaría comunicarme y están demasiado ocupados para atenderme. Y cuando yo estoy haciendo algo es cuando les dan las ansias de comunicación. Un poco asimétrico.
9. No insultarás ni ridiculizarás. Este punto me parece básico y fundamental. Espero que se me corresponda con la misma moneda, chic@s.
10. Lo/a amarás. Este punto debería ir el primero y es sobre el que menos dudas me surgen.
WENDY… CASI KILLER
Hoy vamos a hablar de AMISTAD. ¡¡¡¡Siiiii!!!, amistad con mayúsculas. Casi un noviazgo. Un flechazo que nos deja tontas, y cuando nos recobramos… ahí está ella. Esa persona que no te escucha pero te oye, te oye todo el rato, aunque no estés a su lado. Esa persona que no te juzga, aunque haya entrado hasta el fondo de tu alma y haya visto los caminos más siniestros y escondidos. Esa persona que, aunque no le gusten las pelis de terror, te comenta los post del Facebook cuando te pones pesada con tu frikimanía.
La primera vez que salimos juntas… Inolvidable. Imaginaos: una fiesta de hippies, intentando inspirar pensamientos de este tipo
y dos mujeres solas, que no salen hace años porque están cargadas de churumbeles empiezan a tener ideas de este otro
En el mientras tanto, comienzan las conversaciones profundas y circunspectas. Esa marea que sube, que no se puede contener: la risa. La risa nos inunda… y acabamos liándola, vamos. Ese tipo de situación en la que no puedes contenerte y decir TODO TODO TODO lo que se te pasa por la cabeza. Situación: la Wendy, yo y una mujer decente.
Mi comentario: “Vamos, vaya juventud. Yo a estas horas ya estaría rompiendo la fiesta.”
El de Wendy: “Ya te digo, tronca. Estaríamos ya… bua bua bua.”
Comentario de la mujer decente: “Ah, pues nosotros no. Nosotros quedábamos para hacer reuniones, y hacíamos proyectos o preparábamos actividades”
…. El mundo en un hilo…
Mi comentario: JAJAJAJAJA, VAYA JUERGAS QUE OS CORRÍAIS, AHHHHHJAJAJAJAAAA. Comentario de Wendy:
:
Madre mía, que te devuelvan así a la realidad es embarazoso. De repente dices: “la he cagao…” y en su cara confirmas: Así es querida. En ese momento comienza a resonar en mi cabeza: “Tengo que salir de aquiiiiiiii”, porque me entran ganas de cagarla una y otra vez, para atrás y para adelante, arriba y abajo. Por todos lados, vamos. Así que cogemos un cubatita y nos vamos a la cocina que allí se estará más tranquilo todo.
En la cocina, nos encontramos con la anfitriona, una simpática y hippie jovencita encantadora. Y empezamos a hablar de nuestros niños. Ella nos mira extasiada… hasta que llegamos a la parte en la que no se duerme porque están chupando de la teta toda la noche. La chica da un brinquito y pregunta:
¿Pero los niños maman por la noche?
Respuesta recomendada: “Claro cariño, los niños pequeños maman por la noche porque necesitan energía más a menudo que los mayores. Pueden sufrir una hipoglucemia si no lo hacen. Pero no te preocupes, cuando el bebé mama, el cuerpo de la madre segrega una sustancia, la prolactina, que tiene un efecto sedante y la madre pronto concilia el sueño.”
Respuesta unánime: BUAJAJAJAJAJAJAJAJA, QUE SI MAMAN POR LA NOCHE DICEEEE, JAJAJAJAJA. Cuanto más bonita, cuanto más. Y maman, y maman y maman y no paran de mamar.
Nos entra tal ataque de risa que nuestra anfitriona hace un giro de ojos y disimuladamente se va de nuestro lado, como quien no quiere la cosa.
— Bueno Wendy, ya les hemos ahuyendado a todos… ¿nos vamos?
— Pero cómo nos vamos a ir tía, si acabamos de llegar. Y mira, están sacando la cena… LA CENA. Mira nena, que yo tengo que hacer base
–Por más que te esfuerces, te voy a hundir, Wendy
— Mira Killer, que soy más grande que tú y tengo más experiencia
— Bua, no me conoces tú a mi..
— Tía, por favor por favor por favor, solo espera que salga la cena y que coma algo… ala, mira que buena pinta tiene todo. Nada de carne, eso sí, pero mira ese humus tía, me tengo que untar tres o cuatro rebanadas y nos vamos.
— Vale, pero date prisa que la voy a liar como sigamos mucho tiempo aquí
–No Killer,contente, no digas nada. Cuando te entren ganas de decir algo mírame a mí.
Y entonces llega el momento… nosotras apoyadas en un radiador… comiendo. Y aparece un hombre de pelo cano, algo calvete, alto y delgado y dice: “Yo he estado en Marruecos.” Wendy y yo nos miramos. “Pues muy bien.” Dice Wendy, toda corrección. Y a mí me empieza a entrar, descontrolada. “Pues en Marruecos hay muchos camellos” Vale, otra en la frente amigo. Y entonces empiezo a notar el calor del radiador, que asciende, sube, llega a mis mejillas. “Uffff, que calor, es que estamos sentadas en el radiador. Oye, que mejor nos vamos. Oye, que guay eso de Marruecos, ¿eh?” Y volvemos a salir disparadas a la cocina. Esta vez tengo un plan:
— Nos vamos y nos vamos
— Jo vale tía… ¿Pero así sin despedirnos ni nada?
— Pero tía, ¿de quién nos vamos a despedir? ¿Del de Marruecos? Pero si no nos va a echar de menos nadie
— Que sí, Killer, que por lo menos nos tenemos que despedir de nuestra anfitriona.
— Vaaaale, venga.
Situación: Un grupo de jóvenes treintañeros (más cerca de los 30 que de los 35) hablan en un corro. Su hablar es pausado y sereno, y beben limonada. Una nube de humo denso les rodea. Dos madres desmelenadas se les acercan e intentando no reír les dicen “Oye chicos, que nos vamos”. “Pero si la fiesta acaba de empezar, ¿porqué os vais?
Sé que Wendy ha palidecido en ese momento. Sabe que una Killer siempre dice la verdad, aunque le cueste. Y esta Killer está en su fase de absoluta sinceridad. ¡¡¡NOOOOO!!!
“Nena, es que nos aburrimos y como es la primera vez que salimos en siglos, tenemos que aprovechar la noche.” Nos mira con comprensión, imaginando nuestros pezones macerados tras una noche entera de succión, y nos da su bendición.
Lo que ocurrió esa noche será motivo de otra entrada. Pero os puedo decir que nunca, en mi vida, me lo he pasado tan bien saliendo sola con otra mujer. Las aventuras que corrimos acabaron con un percance, pero nos acordaremos siempre a carcajadas de ese día en que me llamó a las 7 de la mañana diciendo “Killer… Killer… que me ha parado la guardia civil”
(Continuará…)
VILLA SPRINGFIELD
La familia Killer vive en Villa Springfield. En este lugar abundan los brotes… no, no os confundáis con el nombre. No son los brotes verdes que surgen en los campos primaverales, no. Son esos brotes psicóticos que estaban latentes y con la crisis se han puesto por las nubes.